Aunque la transformación digital de esta industria ha sido más lenta que en otros sectores
como la banca, el mundo de los seguros también se ha sumado a los beneficios de
herramientas digitales como la firma electrónica avanzada.
Una de las ventajas que ha traído consigo la revolución digital es el ahorro de material y
tiempo, que se traduce en mayor efectividad y menores costes.
Los principales beneficios de la firma electrónica para el sector de las aseguradoras pueden resumirse así:
– Seguridad jurídica. Este sistema garantiza plena validez legal. En el caso de la firma
biométrica, uno de los varios tipos de firma electrónica avanzada, se cumplen todos
los requisitos para validar legalmente los documentos firmados, ya que permite
acreditar fehacientemente que el asegurado es quien ha firmado el documento gracias
a los rasgos biométricos.
– Mayor control. Todos los documentos están centralizados en la plataforma del
proveedor elegido y/o en la nube. De esta forma, los departamentos que los necesitan
pueden acceder a ellos de manera mucho más rápida y sencilla.
– Ahorro de tiempo. Ya no es necesario imprimir, escanear y guardar los documentos
firmados en bases de datos previamente creadas. Además, algunos tipos de firma
electrónica avanzada, como la firma remota o la firma con certificado, permiten firmar
desde cualquier parte y ahorrar tiempo en desplazamientos. Así, los clientes que
contratan una póliza, no necesitan acudir presencialmente a la oficina.
– Ahorro de espacio. En muchos casos, los documentos firmados en papel tienen que
guardarse durante largos períodos de tiempo, lo que implica almacenamiento físico.
Con la firma electrónica, los documentos se archivan en una base de datos digital
mucho más práctica.
– Sostenibilidad. Gracias a estos métodos de autenticación, el ahorro de papel es
considerable.
Además de las ventajas que obtiene la aseguradora, los beneficios del cliente gracias a la firma
electrónica no son pocos:
– Facilidad a la hora de contratar un seguro.
– Agilidad para poder hacerlo en cualquier momento.
– No necesita imprimir los documentos y escanearlos.
– Puede activar la póliza inmediatamente.
Estos beneficios se traducen en mayor satisfacción para el cliente que, a su vez, repercute de
forma positiva en la empresa. Hay que recordar que vivimos en una era digital en la que
debemos comprender a los clientes, anteponer sus deseos e intentar siempre satisfacer sus
necesidades. La firma electrónica es un gran recurso para ello.