Actualmente existen multitud de medios electrónicos que permiten la identificación y autenticación de los usuarios que los utilizan, lo cual les proporciona acceso a sistemas, plataformas, aplicaciones o les permite expresar su voluntad sobre documentos o procesos. En este último caso juega un papel protagonista la firma electrónica, y sus distintos tipos como la firma digitalizada biométrica.
En distintos marcos legales la firma electrónica se define en términos generales como datos que asociados un documento electrónico certifican la aceptación de su contenido por parte de un firmante. Hay una serie de tipos de firma considerados legalmente válidos, pero aquí hablaremos concretamente de la firma electrónica manuscrita o firma digitalizada biométrica.
A pesar de que hay sistemas de identificación biométrica cuyas fuentes ofrecen una menor variabilidad (lectura de iris, huellas dactilares, etc.), hay que tener en cuenta que la firma manuscrita ha sido durante mucho tiempo el método de identificación y de expresión de voluntad por excelencia al llevar implícita la intención, además, aún a día de hoy, es un método muy efectivo para la identificación de personas. El proceso de firmar con tinta y papel es muy similar a firmar en un dispositivo diseñado para la recolección de firma digitalizada biométrica, es una acción natural, por lo cual no hay prácticamente inquietud o resistencia a dicho cambio.
La solución de firma de edatalia incluye el uso de dispositivos especialmente diseñados para la recogida de firmas, estos poseen entre otras características una pantalla retroiluminada que ofrece al firmante una imagen de su firma mientras la realiza y cuando ya está finalizada.
Estudios demuestran que la firma en este tipo de dispositivos tiene más aceptación que en otros, porque ofrecen más claridad, “feedback” y permiten ver el detalle de cómo el usuario está firmando.
La firma electrónica digitalizada, no solo aporta información gráfica sino que además incorpora datos que una firma manuscrita común no incluye, como presión, velocidad, aceleración, vuelo del lápiz, tiempo de realización, etc. De esta forma se refuerza el valor probatorio de la firma al poder analizar más información sobre la firma en caso de un proceso judicial o que amerite peritaje.
Las características de una firma son únicas, prácticamente irreproducibles. Es por esto que el uso de esta tecnología va en aumento sobre todo en sectores como el bancario, asegurador, AAPP y todos aquellos en los que el evitar el fraude y la suplantación son objetivos críticos.