El uso de la firma electrónica es un aporte clave a la transformación digital. El uso de la firma electrónica posibilita la eliminación del papel dando un paso esencial en la transformación digital de cualquier organización, ya sea del sector servicios y actividades industriales. Échale un vistazo al caso de éxito del BBVA Argentina del uso de esta tecnología.
Estamos viendo como la capilarización de Internet, su crecimiento masivo, y la introducción de dispositivos móviles está impactando definitivamente en la forma en la que nos relacionemos.
Aportan una velocidad vertiginosa a cada comunicación. Modifican los hábitos de las personas, ciudadanos, profesionales y sociedad en general. De la misma forma, a la relación de las empresas con sus clientes y proveedores. En definitiva, una verdadera revolución en toda la actividad economica y social.
Las redes digitales nos dan acceso a todo un mundo de posibilidades de manera instantanea. Ya no disponemos de tiempo parar esperar, sieno que asumimos cada momento como un regalo que no podemos malgastar. El tiempo es oro. Nuestra capacidad de conexión nos permite realizar acceder en cualquier momento a cualquier lugar, por lo que la inmediatez se ha convertido en una exigencia.
Los negocios que quieran sobrevivir en la edad digital deben llevar a cabo una profunda transformación.
Es lo que llamamos la transformación digital. Una nueva forma de relacionarnos 24×7 de manera inmediata.
Por tanto, nos tenemos que volver a plantear los hábitos de las Personas para acercarnos al nuevo cliente digital.
Los nuevos usos de los consumidores digitales nos obligan a resetear nuestros modos de responder, nuestro modelo de ingresos, revisar la jerarquía de la organizaciones y aprovechar las nuevas tecnologías en todos nuestros procesos de negocio.
El uso de la firma electrónica
La firma digital, y en concreto el uso de la firma electrónica avanzada, es una de las principales tecnologías que aportan a las organizaciones un gran recurso para la transformación de su negocio a lo digital:
Ya se puede firmar cualquier documento con las mismas garantías que la firma en papel.
El papel ha quedado desfasado y obsoleto. Conlleva demasiadas tareas de alto coste y sin valor añadido – escanear documentación, gestión de comunicación y archivo en papel. Estas tareas suponen un lastre. Sólo consiguen ralentizar y generar ineficiencias en los procesos de trabajo.
Y peor todavía, los grandes costes asociados a la gestión y custodia de documentos en papel – tiempo, dinero y coste medioambiental – se vuelven inadmisibles cuando la firma electrónica ofrece una alternativa ideal para eliminarlos.
El primer paso para la digitalización de las empresas consiste en desaparición del papel en el 100% de los procesos de negocio.
Es el camino que deben recorrer todas las Organizaciones, y todos los departamentos dentro de las compañías -independientemente del sector de actividad, servicios o industrial – ya que cualquier relación entre una Persona de la Organizacion y sus clientes o proveedores en la que exista un documento físico se puede transformar en una experiencia digital.